Aunque la seguridad no sea ni mucho menos un juego, hoy hemos querido en este post hacer una analogía directa de la innovación DTM y el tan venerado cubo de Rubik. Pretendiendo que todos los hogares cuenten con al menos un dispositivo de seguridad, y es que este rompecabezas inventado por el arquitecto húngaro Ernö Rubik haya sido el juego más vendido del mundo, siendo poco frecuente que no cuentes con al menos uno en tu casa.
Tratado de descifrar esas claves nos damos cuenta que nada más cogerlo y aunque no lo conozcas, está listo para funcionar y ya sabes lo que tienes que hacer. Pensamos que DTM contiene esa misma cualidad como elemento de seguridad y es que a diferencia de cualquier alarma de humo, no necesita instalación ni buscar ubicación, ya que está preparado para colgarlo en el dintel de las puertas y protegernos.
El cubo de Rubik es un juego tridimensional y originariamente se bautizó cómo cubo mágico. Saber que DTM vigila espacialmente lo que hay al otro lado de la puerta, controlando dos áreas, nos otorga ese toque mágico que ninguna alarma o sistema de seguridad consigue, gracias a nuestra configuración o factor de forma único.
Profundizando más en la historia de Rubik, nos sorprendió que a pesar de seguir siendo todo un éxito hoy en día, sus inicios no fueron nada fáciles ya que las primeras empresas a las que acudió para su fabricación no apostaron por él.
Seguimos trabajando por la seguridad de todos, y explicando a las corporaciones tecnológicas las ventajas exponenciales que supondría contar con un dispositivo de seguridad de las características de DTM para salvar vidas.
Sabemos que la historia siempre se repite y que cuando algo aporta tantos beneficios eliminando toda fricción, es cuestión de tiempo que se implemente.
Aunque viajemos como los caracoles y algunos pongan demasiados obstáculos por el camino, mirando para distintos lados como ovejas perdidas, estamos orgullosos, pues vamos dejando huella.
El objetivo de conseguir introducir la mejor seguridad facilitadora en todos los hogares, siempre merecerá la pena.
Felices y seguras fiestas navideñas, que ya queda poco.
Equipo DTM
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